Por Juan Tomás Valenzuela
El mismitico Sigfrido
dió a conocer la versión,
que por la televisión
no se agarra al fugitivo.
Hasta hoy, nada ha valido,
según dijo Pared Pérez,
porque andan unas mujeres
de un canal televisivo,
que cuando los ven activos,
por algún láo interfieren.
El bandido de esta historia
(y no hablo del militar)
entra por cualquier lugar
de forma muy precautoria,
y este caco e’zanahoria
(y no hablo de Quirinito)
quiere echarle un san Benito
a una simple reportera,
como si acaso ella fuera
la que revivió al maldito.
Si este tipo sale y entra
cómo Pedro por su casa,
hay que ser de mente escasa
pa’culpar la cenicienta,
de una historia que presenta
errores más que evidentes.
¿Que tiene que ver la gente
que sale en televisión
con tó lo que haga un hampon
socio de estos delincuente?
Pedro Alejandro Castillo,
el famoso Quirinito,
entra y sale tranquilito,
como si fuera un Caudillo.
Se comenta en los corrillos
de cárceles y cuarteles,
que los mismo Coroneles
que andan tras su paradero,
le han servido de escuderos
por orden de Chacumbele.
Ahora los del DNI
le quieren cargar el dado
a periodistas honrados
que investigan por ahí.
La “cara de yo no fui”
del hermano de Pechito,
me ha dejado un amarguito
en la punta de la boca,
pues creo que es otra bicoca
protegiendo a Quirinito.
2 agosto 2018